Cuando vi la primera película de Harry Potter (aún no había leído los libros, de hecho no los leí hasta la 3era película) me fijé en el personaje de Severus Snape. Y es que no puedo evitarlo, soy fan de los personajes oscuros, de los que esconden algo y los que están heridos (no me refiero físicamente).
Y claro, en una película en la que todo es felicidad, varitas, un niño algo repelente (lo siento fans de Potter) pues claro, me tuve que fijar en "el malo de la película". Lo curioso del caso, es que en la segunda película yo ya estaba segura de que Snape no era tan malo como nos querían enseñar (que por otra parte nos enseñaban más bien poco) y ya cuando pude leer a Harry Potter en toda su esencia, estaba totalmente segura de que Snape era el antiheroe, el protagonista en la sombra, y el que arriesgaría su vida por salvar a Harry.
Y evidentemente en el séptimo y último libro de la saga (libro que no me gustó, pero que simplemente salvo por Snape) nos explican como Snape estaba a las órdenes de Dumbledore, que ayudaba a Harry (aunque no le tenía aprecio) y todo por amor. Amor hacía la madre de Harry, un amor no correspondido, pero que le llevaba a hacer el bien, a cuidar de lo único que le quedaba de ella, a cuidar del niño de la cicatriz. Y por supuesto nuestro antiheroe muere. Muere por amor.
Hoy, voy a ver la séptima película, y mentiría que la veo con ganas de ver a Harry o a Ron, no, ellos me dan igual yo voy a verla por ver a mi Severus, el mejor personaje de toda la saga (hubiera sido malo o no, al final) y bueno, porque tengo cariño a la saga en si. Espero que la parte que me interesa no me decepcione.
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